miércoles, 30 de septiembre de 2015


GONZALO GUERRERO “PADRE DEL MESTIZAJE”

 
Hombre de nacionalidad española, símbolo de diálogo, alma de valiente y amoroso de corazón. Sin duda es un héroe que representa al mestizaje con gran orgullo. Pudo entablar una comunicación con la civilización maya, hasta formar parte de ella.

Fecha de nacimiento: 1470

Lugar de nacimiento: Huelva, Andalucía, España

Fecha de fallecimiento: 13 de agosto de 1536

Lugar de fallecimiento: Puerto de Caballos, Honduras

Nacionalidad (originaria): Español

Fecha de naturalización:

Lugar de residencia: México

Período de residencia

PROFESIÓN: Soldado y marino TRAYECTORIA: Fue más soldado que marino y aparece como arcabucero en la conquista de Granada, en una campaña que culmina el 2 de enero de 1492, cuando las tropas de los Reyes Católicos, comandadas por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, rinden al rey Boabdil de Granada y ponen fin a ocho siglos de poder islámico en la Península Ibérica, acontecimiento que fue muy celebrado por la cristiandad en toda Europa.
 
Guerrero llegó a América en una expedición marítima con destino a la población conocida como "La Española", en Cuba; días después de zarpar de Darién, en Panamá, la embarcación naufragó cerca de la Península de Yucatán, y 18 de los 20 sobrevivientes del naufragio fueron sacrificados por los indios cocomes.
Únicamente Gonzalo Guerrero y el fraile Jerónimo de Aguilar lograron escapar; sin embargo, al poco tiempo, fueron tomados prisioneros por H’Kin Cutz, cacique de Xamancaan.
Mientras Jerónimo de Aguilar se mantuvo fiel a su cultura y religión, Guerrero se adaptó hasta integrarse a la cultura maya; participó en enfrentamientos con las tribus enemigas y se destacó, entre ellos, por su astucia y dotes militares.
Disciplinó a los indígenas, los adiestró en el manejo de las armas y la construcción de fuertes, trincheras y baluartes; así mismo, se casó y tuvo hijos con la hija de Na Chan Can, cacique de Chetumal.
 
Nicte-Há aborda las peripecias de Gonzalo Guerrero entre los mayas de Chetemal. Se nutre de datos etnográficos y arqueológicos; urde el amor entre el español y la india maya con el trasfondo lírico de la naturaleza vibrante del Mayab, que rescata el paisaje prístino junto con la fauna y flora que pueblan ese territorio virgen:
El bosque era espléndidamente hermoso. Los rayos solares no lograban penetrar totalmente en su espesura y los animales salvajes y las aves monteses movíanse en su semiobscuridad. Las retinas se fueron acostumbrando a esa escasez de luz y comenzaron a distinguir con precisión las siluetas de las cosas. Poco a poco el calor se fue intensificando hasta hacerse intolerable pero había agua abundante en las sartenejas y frutos frescos y jugosos en los frondosos árboles.13
Como se puede percibir, este fragmento es de las vivencias del padre del mestizaje, haciendo una descripción de nuestros suelos mayas, de toda esa magia que explica este hombre, al encontrarse explorando el mundo del mayab.
Hasta ahora se advierten dos tendencias con respecto al mestizaje de Gonzalo Guerrero. Una es la del “conquistador conquistado” por la fascinante cultura maya, tendencia que se caracteriza por su cariz romántico y arquetípico; la segunda, más mesurada, es la del “diálogo intercultural” que deja espacio para yuxtaponer posiciones, relajar arquetipos y humanizar al español y a los mayas; la insistente incorporación de aspectos culturales en la trama de las novelas responde a la necesidad de presentar a los personajes como sujetos históricos cuyas vidas cotidianas, en el contexto de la conquista, pueden novelarse con verosimilitud.                                              
Sin duda aquí se tiene un claro ejemplo de la sencillez, pero sobre todo el valor de un personaje que se enamoró de nuestra cultura, y aportó lo que sabía, para darles un plus a los indígenas y así puedan destacar en batallas. Para defender sus Deidades e ideales.
 
 
 
 

 

 

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